PROYECTO MONALISSA S.A
INTEGRANTES: JUDITH, LUIS MIRANDA, BRYAN ERAZO, BIANCA
CURSO:
2 BGU “C”
SECCION: DIURNA
TEMA: ELABORACIÓN DE PRODUCTOS A BASE DE PAPEL
Residuos de papel que irían a parar a la basura; lana que terminaría por convertirse en una prenda de vestir. Ambos materiales, hoy en día, son los protagonistas de la construcción innovadora.
En la Escuela Politécnica Superior de Linares (EPSL) de la
Universidad de Jaén, en España, ha inventado unos prototipos de ladrillos hechos
con los residuos de celulosa que resultan de la fabricación de papel y los
lodos que generan sus aguas residuales.
“La principal ventaja es el ahorro en material de
aislamiento que ya no se necesitaría incorporar en la edificación, pues este
componente tiene la capacidad de actuar como aislante térmico”, comenta a El
Comercio Teresa Cotes, investigadora de la EPSL.
Los residuos fueron unidos a la arcilla –elemento base para
la elaboración de material de construcción– y se les dio forma mediante los procesos
de extrusión y prensado en máquinas (una forma de elaborar ladrillos a
presión).
La fabricación de estos ladrillos implicaría un ahorro
energético y de materias primas. Sin embargo, para comercializar el producto,
es preciso que continúe la investigación. “Debemos encontrar la forma de
asegurar su resistencia en edificaciones de gran tamaño”, afirma a este Diario
la científica del EPSL Carmen Martínez, coautora de esta creación.
Así como el papel reciclado, la lana también es un insumo
alternativo, más amistoso con la naturaleza y que contribuye a obtener
construcciones más sólidas. Esto fue comprobado por la Escuela Técnica Superior
de Arquitectura (ETSA) de la Universidad de Sevilla, que elaboró los primeros
prototipos de ladrillos con lana.
“Estas fibras mejoran la resistencia de los ladrillos a la
compresión, minimizan las fisuras y deformaciones por contracción, reducen el
tiempo de secado, y aumentan su resistencia a los esfuerzos de flexión”,
comenta a El Comercio el líder del proyecto, el profesor Carlos Rivera, del
Departamento de Construcciones Arquitectónicas I de la ETSA.
Según el experto, se escogió la lana porque es un elemento
más sostenible y no tóxico. Es más resistente y durable que otras fibras
vegetales como el sisal, yute o cáñamo. Además, su procesamiento previo implica
menos manipulación, por lo que el costo de producción sería menor, en
comparación con los otros filamentos antes mencionados.
“La producción de materiales de construcción a base de suelo
arcilloso estabilizado con polímeros naturales y armado con fibras de lana no
pertenece a la ciencia ficción. En algunos años, podremos utilizarlos”, asegura
Rivera.
CONTINÚA LA
INNOVACIÓN
Los cambios que se están buscando introducir en el campo de
la construcción no solo son en la elaboración de ladrillos, sino también del
cemento.
El Departamento de Mineralogía y Petrología de la
Universidad de Granada, en conjunto con la empresa Trenza metal, creó a
principios de este año un aditivo cementante llamado Geosilex. Este se obtiene
a partir de un residuo de la industria siderúrgica altamente contaminante: el
hidróxido de calcio.
La novedad de este insumo para generar cemento es su poder
de captar el dióxido de carbono de la atmósfera mediante una reacción química
con el aire. Utilizando un material como este no solo se asegura la fortaleza
de la construcción, sino que se recicla de tal forma el aire que genera un
ambiente más puro.
Los desafíos de resistencia y rigidez que plantea la
construcción del siglo XXI impulsan hoy en día a la innovación con materiales
que resulten ser más ecológicos y, a la vez, más funcionales.
Video del Stand:
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